Lili, libertad
Es una niña tímida e inquieta, que se pregunta el mundo y lo
descubre a través de enfrentar su propias dudas e interrogantes. Sus deseos y
miedos se ven exteriorizados por medio de un disfraz, que le recuerda sus
sueños y libertad, pero también la confronta contra el mundo escolar por no llevar disfraz el día de carnaval.
¡Insolidaria!
¿Insolidaria Lili no sabía lo que quería decir esa palabra,
pero parecía que, fuese lo que fuese, ella no
era “insolidaria”. Sólo tímida.
En fin, durante horas Lili copio la palabra carnaval
mientras pensaba en cosas tristes. Lloró un poco, sin hipar, mansamente, y una
lágrima cayó sobre el número dieciséis. Una vez su abuela Valeriana le dijo que
llorara, que nunca reprimiera una lágrima. Y le había leído una poesía.
Las lágrimas son barquitos
que se llevan las penas
por el mar de las mejillas.
O tal vez no fuese así. Pero sabía que llorar no era malo.
Una novela amena y tierna, que expresa con ternura como niña enfrenta temas como el divorcio de sus padres, el cambio de ciudad, y su timidez. Recomendada para lectores a partir de 12 años.
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