La playa es ese lugar de tranquilidad cuando llegas de un largo viaje, sobre todo si provienes de una ciudad donde no hay un paisaje parecido al mar o con agua. Lo primero que piensas es en jugar con la arena, LAS OLAS, bueno si no te da miedo su fuerza. De seguro tus papás ven el mar y piensan en DESCANSAR.
Nosotros llegamos con un Ojo de piedra a San Agustín y vimos tantas cosas de la comunidad ¿A qué no sabes todo lo que tienen que hacer los habitantes de esta pequeña comunidad? Aunque es un lugar hermoso, está ubicado a casi una hora de la carretera principal que lleva a Huatulco y tiene un tramo de terracería que es muy largo.
El agua es como el oro, las personas tienen que cuidarla mucho porque no tienen agua potable, llega un camión y les surte con pipa. Los niños y adultos viven de la pesca y tiene que adentrarse en el mar para sacar su alimento, la mayoría de los habitantes tienen un restaurante a la orilla del mar o viven del turismo, muchos de los niños salen a estudiar fuera de la comunidad. Imagínate... cuánto tiempo cuesta y dinero invierten para poder ir a la escuela.
Los pescadores nos contaron la historia de la orca, dicen ellos que los tiburones son inofensivos, pero que a las orcas les tienen mucho miedo porque cuando ven una lancha, los hombres tienen que echarse bajo pecho, porque las orcas golpean la lancha hasta que las voltean y de esa manera se los comen.
Los niños están morenitos tostados y andan de aquí para allá, toda la comunidad los vigila porque entre ellos se conocen. De un lado de San Agustín se hace un pequeña bahía donde habitan corales y peces de colores, del otro lado, el mar es abierto. Le dicen playa Coyote porque está furioso y parece que aúlla, tiene una orilla tan larga que da miedo caminarla completita.
Nosotros nos quedamos del lado de la bahía y Los niños de San Agustín escucharon plácidamente las aventuras del ojo submarino de Max. Después a través de su ojo de piedra nos contaron que hay en su comunidad y que les gusta más.
Charlie A. Secas cuenta la forma catastrófica sobre como Max pierde su ojo.
Poemario de Luigi Amara.
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